Ciudadanía y relaciones exteriores
Fernando Reyes Matta ex embajador
- T+
- T-
Fernando Reyes Matta
Estrategia en marcha: hacer que la política exterior sea cercana a los ciudadanos
Con sucesivas declaraciones del ministro Roberto Ampuero y con distintas acciones, en la Cancillería se viene consolidando una línea de trabajo entre esa entidad y los sectores ciudadanos que cabe analizar en todos sus alcances y perspectivas. En cierta forma, comienza a cumplirse uno de los propósitos definidos en la nueva ley del Ministerio de Relaciones Exteriores, publicada a fines del gobierno de la Presidenta Bachelet: junto a las tareas inherentes a ese ministerio para la inserción de Chile en el mundo, el artículo 2 de ese texto legal agrega que ello debe hacerse “considerando asimismo el rol de distintos actores de la sociedad civil, generando así un Sistema Nacional de Política Exterior”.
No es poco ese objetivo y no es que antes estuviera ausente. Pero ahora se hace parte de una estrategia, donde el hacer y el pensar acerca de cómo nos entendemos con el mundo reconoce la urgencia de impregnarse del ser del país en su totalidad. Hay nuevas visiones, hay nuevas demandas, hay nuevas voces y ninguna puede estar ausente en los fundamentos de la política exterior de Chile para el siglo XXI.
Son tiempos donde lo global y lo local se articulan como nunca antes, configurando la conciencia de los ciudadanos. Y la forma como éstos definen sus aspiraciones, sabiendo que este país busca su desarrollo abierto al mundo. Suenan oportunas las afirmaciones del canciller: “Como ya planteamos, estamos preocupados de que la política exterior sea cercana a los ciudadanos. Las personas deben percibir que no se trata de asuntos que les son ajenos, sino que tienen un impacto en sus vidas”.
A mediados de mayo se realizó la primera sesión del año del Consejo de la Sociedad Civil de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales (DIRECON). Allí, el Director General, Rodrigo Yáñez, junto a otros altos directivos de la entidad, señaló: “Tenemos muy claro que el desarrollo futuro del comercio exterior no es sustentable si no es compartido en cuanto a su relevancia con la gente, con la sociedad civil. El comercio es una herramienta de desarrollo para todos, no solo para las empresas, sino que para la sociedad en su conjunto”.
Y hace pocos días, en la cumbre semestral del Mercosur, el canciller Ampuero reiteró este marco político. Junto con subrayar nuestro propósito de acercar Alianza del Pacífico y Mercosur, remarcó que son instancias como éstas las que “hacen posible que nuestros países dialoguen y que los derechos económicos, sociales y políticos de nuestros ciudadanos sean proclamados, defendidos y profundizados”.
Por cierto, esta meta mayor trae preguntas. ¿Cómo dar una educación donde los ciudadanos entiendan el devenir del mundo de hoy? ¿Cómo multiplicar las instancias de información para que mujeres de todos los ámbitos, estudiantes, emprendedores, trabajadores de todos los sectores, o activistas de la sociedad civil comprendan los actuales desafíos internacionales de Chile? Se trata de construir un puente de afinidades entre ciudadanía y diplomacia. No es tarea menor y es esencial para el futuro del país.